El cumplimiento y las soluciones a largo plazo son esenciales para abordar los retos que plantean las empresas que no pueden cerrarse o restringirse mediante acciones administrativas y las que, por diversas razones, reanudan sus actividades tras el cierre.

Para estas empresas, fomentar una cultura de cumplimiento se convierte en la principal vía de cambio. Esto implica proporcionar directrices claras y prácticas y ofrecer apoyo para ayudarles a cumplir los requisitos normativos, como programas de formación para el personal, acceso a recursos para mejorar la infraestructura y auditorías periódicas para garantizar el cumplimiento de las normas.

De manera crucial, este plan establecerá un control constante y a largo plazo sobre el bienestar de los animales dentro de estas empresas, abordando una importante laguna en nuestros esfuerzos de protección de los animales de granja: la falta de seguimiento de las empresas que se comprometen a mejorar las normas pero no aplican estos cambios a lo largo del tiempo.

Para fomentar la participación voluntaria, estos servicios se ofrecerán gratuitamente a las empresas, eliminando así las barreras financieras y promoviendo la colaboración.

Además, el programa presentará propuestas de transición a medida y múltiples estrategias para ayudar a las empresas a transformar sus operaciones en modelos que protejan y respeten los derechos de los animales a largo plazo.

Al hacer accesible el cumplimiento de la normativa y ofrecer vías concretas hacia prácticas éticas, este enfoque fomenta un progreso significativo en la protección de los animales al tiempo que impulsa un cambio sistémico en todo el sector.